sábado, 9 de abril de 2011

Consecuencias de la desertificación

La desertificación provoca muchos conflictos, tanto sociales como económicos para los países a los que afecta, además de un deterioro del medio ambiente. Las tierras pierden su fertilidad y el agua se vuelve escasa, por lo que el suministro de alimentos para las poblaciones que sufren de esta problemática se ve puesto en peligro. Entre las consecuencias más problemáticas se pueden mencionar:

Unos cultivos se ven afectados por el avance del desierto
© Yann Arthus-Bertrand / Earth from Above / UNESCO
La pérdida de productividad y degradación del suelo. Los vientos y las precipitaciones se llevan la capa superior que está erosionada y expuesta, además la estructura tanto física como química del suelo empeora, por lo que se forman hondas y grietas donde el viento y el agua eliminan todos los nutrientes. Debido a la sobreexplotación del suelo y a las prácticas de irrigación deficientes el suelo de inundad y su salinidad aumenta. Además, cuando el ganado camina sobre el suelo, este se compacta y pierde su capacidad para el cultivo de plantas y la retención de humedad, lo cual aumenta el nivel de evaporación y de escorrentía.
La degradación de las tierras también causa inundaciones, disminuye la calidad del agua y provoca un aumento en la sedimentación de los ríos y lagos y la deposición de lodos en los pantanos, así como las ráfagas de viento contaminan el aire, dañan la maquinaria, reducen la visibilidad y empeoran los problemas de salud como las enfermedades respiratorias.

El deterioro de la vegetación. El suelo una vez que está suelto puede marchitar a los cultivos gracias a las ráfagas de polvo, ya que estás las entierran o dejan a sus raíces expuestas. Cuando hay un exceso de animales, estos se comen todas las plantas comestibles, lo que permite la invasión de plantas no comestibles o dañinas para la salud.

Disminución en la producción de alimento. Hay un gran vínculo entre la degradación de tierras secas y la producción alimenticia, pues para poder alimentar a la creciente población del mundo sería necesario triplicar la producción de alimentos en los próximos 50 años, y si no se detiene o revierte la desertificación, ésta producción disminuirá, causando malnutrición y hambrunas. Sin embargo, la relación entre la degradación de las tierras y el rendimiento de los cultivos no es simple, ya que es afectada por factores como el clima, las enfermedades, los métodos de cultivo, y factores económicos como los precios de los diferentes mercados externos.
Asimismo, como las hambrunas ocurren en zonas con mucha pobreza y conmociones sociales como las guerras, las sequías y degradaciones de tierra desencadenan crisis que además contribuyen a una distribución de alimentos inadecuada

La desertificación es la causante de grandes problemas sociales, por ejemplo, en África muchas personas han sido desplazadas internamente o han tenido que emigrar a otros países a causa del pobre rendimiento de sus tierras. Los recursos naturales que existen en las ciudades y en los campamentos de refugiados están bajo una enorme presión ya que cada vez aumenta más el número de gente que los necesita. Las difíciles condiciones de vida y la pérdida de la identidad cultural a causa de los desplazamientos debilitan cada vez más la estabilidad social.

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